Pastor Alemán: La Guía Completa de Esta Raza

Si estás buscando un perro que sea fácil de entrenar, además de fiel y cariñoso, lee aquí acerca del Pastor Alemán para evaluar si esta es la raza que más te conviene.

Origen del Pastor Alemán

Los orígenes del Pastor Aleman datan de fecha reciente. A finales del siglo XIX, un oficial de caballería del ejército alemán llamado Max Emil Friedrich von Stephanitz, comenzó un programa de crianza para lograr un ejemplar perfecto de perro de trabajo.

Para ello, von Stephanitz adquirió un perro pastor llamado Hektor que posteriormente sería registrado como el primer ejemplar de la raza bajo el nombre de Horand von Grafrath.

Con este primer ejemplar y después de varios cruces con otros perros pastores se dio origen a la raza Pastor Alemán.

Durante las dos guerras mundiales los Pastores Alemanes fueron utilizados para socorrer soldados heridos, llevar y traer misivas y alertar presencias indeseables, reconociendo sus habilidades de trabajo, lealtad y protección. 

Después de la guerra los Pastores Alemanes se unieron a las fuerzas policiales desempeñando labores como detección de drogas, explosivos, rescates y rastreo.

Por su capacidad de aprendizaje se han convertido en excelentes perros de asistencia para invidentes y para terapia. 

Características del Pastor Alemán

El Pastor Alemán es un perro grande que pesa entre 35 y 45 kilogramos, con una altura promedio entre 60 y 65 cm a la cruz, siendo los machos de mayor tamaño.

Es un perro proporcionado de hocico afilado y orejas puntiagudas, de contextura fuerte y musculosa y cola larga y peluda.

Sus colores son arena con negro, grisáceo, y combinaciones de estos colores. El pelaje del Pastor Aleman es de doble capa, siendo grueso en la parte externa y suave en la interna y mudan su pelaje por lo menos 2 veces al año. 

Tienen muy baja tendencia a babear, a ladrar y a roncar y su esperanza de vida es de entre 9 y 12 años.

 El Pastor Alemán requiere de ejercicio diario, tanto físico como mental, de lo contrario, comenzará a desarrollar problemas de conducta volviéndose nervioso y obsesivo.

Los perros de esta raza son propensos a sufrir displasia de cadera, atrofia de retina y cataratas. También, problemas de columna, torsión gástrica y hemofilia.

Por esta razón, es importante que obtengas tu Pastor Alemán de un criador con buenas credenciales para evitar estos problemas que en su mayoría son hereditarios.

Igualmente, debes proporcionarle alimento de excelente calidad para garantizar su buena salud.

El Pastor Alemán es un perro fuerte, cariñoso, ágil y un excelente guardián, capaz de dar su vida para proteger a sus seres queridos. 

Adicionalmente, es un perro con una gran inteligencia y fácil de entrenar.

Que debes tomar en cuenta si decides tener un Pastor Alemán

No es un perro recomendable si va a permanecer en soledad por períodos de tiempo largos, ya que puede sufrir de ansiedad por aburrimiento por ser un perro de trabajo. 

El Pastor Alemán es un perro inteligente y activo por lo que debes hacer lo posible para mantenerlo ocupado durante muchas horas del día. Hay juguetes, como el Kong, que pueden ayudarte con esto.

Pueden ser animales desconfiados de los extraños, por lo tanto deben socializar desde temprana edad. 

Si no te gusta tener muebles o ropa con pelo, el Pastor Alemán no es para ti. Tu hermosa mascota dejará pelo por donde pase.

Para reducir el desprendimiento del pelaje y remover pelo muerto es conveniente que utilices un Furminator en forma regular.  

No es recomendable mantener atado a un Pastor Alemán, esto solo causará frustración y agresividad.

Invierte tiempo en entrenar a tu Pastor Alemán, te sorprenderá y disfrutarás viendo lo rápido que aprende y lo que es capaz de hacer.

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