Jerbos: Todo Sobre Esta Mascota Pequeña

Los jerbos son pequeños roedores que han ganado popularidad como mascotas en los últimos años. Con su personalidad curiosa y juguetona, son una opción ideal para aquellos que buscan una mascota fácil de cuidar y entretenida. 

Al igual que otros roedores, como los hámsters y los ratones, los jerbos son animales sociales, inteligentes y juguetones, lo que los convierte en una excelente opción para aquellos que deseen una compañía amistosa y activa en un tamaño reducido.

Características generales de los jerbos

Aspecto físico

Los jerbos son roedores pequeños y esbeltos, con un tamaño que varía entre 10 y 15 cm de longitud, incluyendo su característica cola, que puede ser casi tan larga como su cuerpo. 

Poseen patas traseras largas y fuertes que les permiten saltar y moverse rápidamente. 

Sus ojos grandes y oscuros les otorgan una visión excepcional, mientras que sus orejas redondeadas y prominentes les proporcionan una audición aguda.

El pelaje de los jerbos es suave y espeso, y puede presentar una amplia variedad de colores y patrones. 

Algunos de los colores más comunes incluyen el blanco, gris, marrón, dorado y negro, así como una combinación de estos tonos en distintos patrones. 

Los jerbos tienen bigotes largos y sensibles que les ayudan a explorar su entorno y a detectar objetos cercanos.

Comportamiento y temperamento

Estos roedores son animales curiosos, activos y sociales por naturaleza. 

A menudo se les ve explorando, trepando y jugando en su entorno, lo que los convierte en mascotas entretenidas de observar. 

Por lo general, son más activos al amanecer y al atardecer, aunque también pueden tener períodos de actividad durante el día.

A pesar de ser pequeños, no temen enfrentarse a objetos o situaciones desconocidas. 

Son animales muy sociables y, en su hábitat natural, viven en grupos familiares. 

Por lo tanto, es recomendable mantenerlos en grupos pequeños, pueden ser dos jerbos del mismo sexo, para evitar la soledad y promover la interacción social.

Hábitat natural y adaptación al cautiverio

Estos roedores son originarios de zonas áridas y semiáridas de Asia y África, donde habitan en áreas de matorrales y praderas. 

En su entorno natural, construyen elaborados sistemas de túneles subterráneos para protegerse de los depredadores, regular su temperatura y almacenar alimentos.

En cautiverio, es fundamental recrear un entorno que imite las condiciones de su hábitat natural. 

Para asegurar una adaptación exitosa al cautiverio, también se debe prestar atención a la temperatura y humedad del ambiente, procurando mantenerlas dentro de un rango adecuado para la especie.

Eligiendo un jerbo como mascota

Factores a considerar antes de adoptar un jerbo

Antes de adoptar un jerbo como mascota, es importante tener en cuenta diversos factores para asegurar que puedas ofrecerle un hogar adecuado y responsable.

Algunos incluyen:

Tiempo y compromiso: Aunque los jerbos son pequeños y relativamente fáciles de cuidar, requieren tiempo y atención para mantener su entorno limpio, ofrecerles una dieta balanceada y garantizar su bienestar general. 

Además, como animales sociales, necesitan interacción para mantenerse sanos y felices.

Espacio: Los jerbos necesitan un espacio suficiente para moverse, explorar y excavar. 

Asegúrate de tener espacio en tu hogar para una jaula de tamaño adecuado y que puedas mantenerla en un área tranquila y segura.

Alergias: Al igual que con cualquier mascota, algunas personas pueden ser alérgicas a los jerbos. 

Si sospechas que podrías ser alérgico, es recomendable pasar tiempo con estos animales antes de adoptar uno para asegurarte de que no experimentes síntomas alérgicos.

Convivencia con otras mascotas: Si tienes otras mascotas en casa, especialmente depredadores como perros y gatos, es importante considerar cómo se llevarán con un jerbo. 

Debes garantizar que puedas mantener a tus jerbos en un lugar seguro y separado de otras mascotas que puedan representar una amenaza.

Esperanza de vida y responsabilidad a largo plazo: Los jerbos suelen vivir de 2 a 4 años, lo que significa que tendrás que estar comprometido a cuidarlos durante este tiempo. 

Aunque su esperanza de vida es más corta que la de otras mascotas, sigue siendo una responsabilidad que debes estar dispuesto a asumir.

Dónde adquirir un jerbo de manera responsable

Si decides que un jerbo es la mascota adecuada para ti, es crucial asegurarse de adquirirlo de manera responsable. 

Algunas opciones incluyen:

Refugios y organizaciones de rescate: Al adoptar un jerbo de un refugio o una organización de rescate, estarás dando un hogar a un animal que lo necesita y, al mismo tiempo, ayudando a combatir el abandono y el comercio irresponsable de animales.

Criadores éticos y responsables: Si optas por adquirir un jerbo de un criador, asegúrate de investigar y elegir uno que sea ético y responsable. 

Los criadores de buena reputación se preocupan por el bienestar de sus animales y crían jerbos con atención a su salud, temperamento y condiciones de vida.

Tiendas de mascotas de confianza: Aunque no es la opción más recomendable, algunas tiendas de mascotas pueden ofrecer jerbos de criadores responsables. 

Si decides adquirir un jerbo de una tienda de mascotas, investiga y asegúrate de que la tienda trabaja con criadores éticos y se preocupa por el bienestar de los animales que vende.

Independientemente de dónde adquieras tu jerbo, es fundamental investigar y hacer preguntas sobre el origen, la salud y las condiciones de vida del animal antes de llevarlo a casa.

Cuidados básicos para jerbos

Alojamiento adecuado

El alojamiento es fundamental para el bienestar de los jerbos. 

Debes proporcionarles una jaula espaciosa y bien ventilada, preferiblemente con paredes de metal o plástico resistente, ya que son animales que roen y podrían dañar jaulas de madera o de barrotes finos. 

Asegúrate de que la jaula tenga una base sólida para evitar que el sustrato se esparza por fuera. La jaula debe ser lo suficientemente grande para permitirles moverse libremente y explorar.

Dentro de la jaula, proporciona una capa profunda de sustrato (al menos 15 cm) que les permita excavar y construir túneles. 

El sustrato debe ser no tóxico, absorbente y sin polvo, como papel reciclado prensado o virutas de madera de árboles no resinosos.

Incluye una sección de refugios, como cajas para nidos, tubos y escondites, donde los jerbos puedan descansar y sentirse seguros. 

También proporciona juguetes y accesorios para trepar, roer y jugar, como ramas, plataformas y ruedas de ejercicio (asegúrate de que la rueda sea de tamaño adecuado y tenga una superficie sólida para evitar lesiones).

Alimentación y nutrición

Los jerbos son omnívoros y requieren una dieta balanceada que incluya una parte de semillas, granos, heno, proteínas animales y vegetales. 

Puedes proporcionarles una mezcla comercial de alimentos para jerbos, pero asegúrate de que sea de buena calidad y esté diseñada específicamente para sus necesidades nutricionales.

También es importante complementar la dieta de tu jerbo con pequeñas cantidades de frutas y verduras frescas, como zanahorias, manzanas, espinacas y brócoli. 

Evita los alimentos que puedan ser tóxicos o perjudiciales, como cebollas, aguacates, chocolate y alimentos altos en grasa o azúcar.

Asegúrate de proporcionar agua fresca y limpia en todo momento, utilizando un bebedero de botella para evitar la contaminación del agua.

Higiene y limpieza del hábitat

Mantén la jaula de tu jerbo limpia y libre de olores realizando limpiezas regulares.

Retira los desechos y los alimentos viejos diariamente, y reemplaza el sustrato por completo cada 2-4 semanas, dependiendo del tamaño de la jaula y la cantidad de jerbos que tengas. 

Al limpiar la jaula, utiliza productos de limpieza no tóxicos y enjuaga bien todos los elementos antes de reintroducirlos.

Salud y visitas al veterinario

Los jerbos son animales resistentes, pero aún así pueden sufrir enfermedades o lesiones. 

Observa a tu mascota regularmente para detectar signos de enfermedad, como letargo, pérdida de apetito, cambios en el pelaje o en la conducta. 

Si sospechas que puede estar enfermo, consulta a un veterinario con experiencia en animales exóticos.

Lleva a tu jerbo a visitas de control al veterinario al menos una vez al año para asegurarte de que esté sano y recibir recomendaciones sobre su cuidado y prevención de enfermedades. 

La prevención es clave, ya que los jerbos pueden ocultar síntomas de enfermedad hasta que se encuentren en un estado avanzado.

Además de las visitas regulares al veterinario, también es importante familiarizarte con los signos comunes de problemas de salud en los jerbos, como diarrea, pérdida de peso, secreción nasal u ocular, tumores y problemas dentales. 

Al detectar estos signos temprano, podrás buscar atención veterinaria de manera oportuna y aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa.

Preguntas frecuentes sobre jerbos

¿Los jerbos pueden convivir con otras especies de roedores en la misma jaula?

No es aconsejable mezclar diferentes especies de roedores en la misma jaula, ya que pueden tener diferentes necesidades de cuidado. Además, pueden surgir problemas de agresión o enfermedades.

¿Qué tipos de sustrato son adecuados para la jaula de un jerbo?

El papel prensado, el aserrín de madera no tratada (evitando maderas aromáticas como el pino y el cedro) o las virutas de cáñamo son opciones adecuadas para el sustrato en la jaula de un jerbo. Evita usar sustratos a base de lana o algodón, ya que pueden causar problemas digestivos si los ingieren.

¿Puedo bañar a mi jerbo para mantenerlo limpio?

No se recomienda bañar a los jerbos con agua, ya que puede eliminar los aceites naturales de su piel y causar estrés. Los jerbos son animales muy limpios y se acicalan regularmente. 

¿Los jerbos necesitan vacunas como otras mascotas?

A diferencia de los perros y gatos, los jerbos no requieren vacunas. Sin embargo, es importante llevar a tu roedor a chequeos veterinarios regulares y consultar a un veterinario especializado en animales exóticos si observas signos de enfermedad o cambios en su comportamiento.

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