Índice
Al igual que los perros, los gatos pueden llegar a ser excelentes compañeros. Si eres de los que no les importa si un animal es o no de raza, aquí te damos información acerca del gato Romano.
El gato Romano es el nombre que se le da al gato común o callejero que todos conocemos. Es producto de cruces naturales, sin intervención humana y del cual no se conoce a ciencia cierta sus orígenes en cuanto a razas.
Origen del Gato Romano
Existen varias teorías que indican que el gato Romano proviene de cruces entre el gato montés africano y diferentes gatos de la jungla.
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es la ubicación geográfica de su origen, siendo este África y llegando a Roma a través de emperadores y soldados.
Estos, en un principio, los utilizaban para cazar roedores y de esta forma cuidar sus provisiones durante sus cruzadas o cuando viajaban. Posteriormente, se convirtieron en mascotas protegidas y queridas.
La Federación Internacional Felina reconoció la raza, en el año 1982, con el nombre de Gato Común Europeo.
Características del gato Romano
Estos animales son de tamaño mediano con una estructura ósea fuerte. Tienen el pelo corto, suave y liso.
Generalmente son atigrados, pero también se pueden encontrar colores tan variados como naranja, negro, gris o marrón, al igual que bicolores o tricolores.
En cuanto a los ojos, estos pueden ser verdes, amarillos o azules.
En relación a la personalidad del gato Romano, podemos decir que es un animal muy inteligente y con una gran capacidad de adaptarse a su entorno.
Debido a sus orígenes como cazador nato, necesita mucha actividad, tanto física como mental.
Estos pequeños felinos necesitan un espacio donde se sientan protegidos y que nadie los moleste.
Es un animal muy independiente, pero al mismo tiempo es afectuoso y leal, llegando a ser la mascota ideal.
Si decides llevar a casa un gato Romano debes tomar en cuenta que estos felinos pueden ser algo desconfiados y tímidos al principio.
Pero cuando se sienten queridos, buscarán tu atención y mimos, aunque no siempre la de tus visitas.
Cuidados del gato Romano
Al ser una raza con mezclas tan diversas, por lo general, son animales que no precisan excesivos cuidados.
Igualmente, estas mezclas favorecen su longevidad y que gocen de muy buena salud. Suelen ser animales fuertes y corpulentos y no padecen de las patologías “típicas de una raza”.
Sin embargo, son recomendables las visitas regulares al veterinario para vacunas o limpiezas dentales.
También, debemos tomar en consideración que, como cualquier gato de raza, hay que suministrarles un alimento de buena calidad y alto en proteínas, evitando en todo momento los problemas de sobrepeso,
Cuando alcanzan la edad madura debemos vigilar posibles problemas renales, cardíacos o articulares.
Siempre se recomienda la esterilización con el objeto de ofrecerle a nuestro gato una mejor calidad de vida.
En cuanto a su pelaje, al ser este corto y liso, solo requiere cepillados semanales con el accesorio adecuado y baños cada 2 meses. Igualmente, se deben aplicar los respectivos cortes de uñas y limpieza de oídos.
Tener un rascador es una excelente opción para cualquier gato debido a que sus uñas crecen por capas.
El rascador permite que se vayan eliminando capas de las uñas y al mismo tiempo se afilen.
Por su naturaleza salvaje, los gatos requieren marcar su territorio, por lo tanto, el rascador siempre resultará mejor que el sofá.
Adicionalmente, debemos proveer a nuestro gato de juguetes para su diversión, una cama mullida y una bandeja sanitaria para sus necesidades.
Si aprendes a entender y respetar a tu gato Romano este se convertirá en tu mejor amigo.