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En ocasiones, los perros tienen comportamientos que pueden afectar la relación con sus dueños. Para evitar que esto ocurra, es conveniente acudir al etólogo canino.
La etología canina es la rama de la ciencia que estudia el comportamiento natural de los perros enfocándose, básicamente, en sus conductas instintivas y las de sus ancestros como lobos, dingos o chacales.
Cómo trabaja un etólogo canino
Un etólogo estudiará a tu mascota, sus antecedentes, su estado físico y su comportamiento, al igual que su entorno.
Evaluará a todos los integrantes del núcleo familiar, analizando su interacción con el perro.
Además, pasará tiempo con el animal para evaluar su rutina y llegar a un diagnóstico y posible solución del problema, ya que la mente de un perro es tan compleja como la nuestra.
El etólogo canino está capacitado para entender e interpretar el lenguaje corporal de tu perro y abordar los signos que adviertan la existencia de un problema.
Deberá ser capaz de introducirse en la mente de tu perro e interpretar su lenguaje y probar tantas teorías o ideas como crea necesarias con el fin de obtener buenos resultados.
El etólogo analizará si hay afinidad entre tú y tu perro y si tu comportamiento es el adecuado.
También, te enseñará a notar aquellos signos que pudieran advertirte que algo anda mal y te dará respuestas que generen buenos resultados.
¿Cuándo debes buscar la ayuda de un etólogo canino?
Con frecuencia nos encontramos que nuestro mejor amigo llegó con algunos problemas o cambió su comportamiento una vez que está instalado en nuestra casa.
Esto puede ser a causa de una mala educación, y aquí es donde el etólogo juega un papel muy importante.
El etólogo puede ayudar a tu perro si éste presenta problemas de conducta cómo miedo, agresión o ansiedad.
La mayor parte de los problemas que presentan los perros son el resultado de falta de entrenamiento o socialización. También, el uso de técnicas erróneas en su educación, como el castigo.
Existen otro tipo de problemas que pueden haber sido generados por haber retirado el perro a muy temprana edad de los cuidados de la madre.
Igualmente, por el animal haber pasado mucho tiempo en la calle (en el caso de ser adoptado) o hasta por razones físicas.
El etólogo canino hará una evaluación de tu mascota para llegar a la raíz del problema.
De esta forma. podrá darte consejos o ejercicios que te ayudarán a mejorar su comportamiento y tu relación con él, logrando así, una mejor calidad de vida para el animal.
Es buena idea consultar con un etólogo si tu mascota presenta alguno de estos problemas: agresividad, miedo, coprofagia, estrés o ansiedad por separación.
También, celos, si es muy posesiva o si tiene comportamientos o actitudes repetitivas como perseguirse la cola o morderse a sí mismo.
En qué fijarte a la hora de buscar un etólogo canino
No es tarea fácil escoger el etólogo apropiado para tu mascota. Sin embargo, es importante que sigas ciertas pautas que pueden ayudarte a probar sus capacidades y experiencia profesional.
Primeramente, revisa que el etólogo tenga un título o credenciales de una entidad educativa reconocida y verificable.
Igualmente, no te confíes. Contacta a la institución y verifica toda la información.
Pide referencias de clientes y contáctalos para verificar los resultados que obtuvieron. También, busca en internet información acerca del etólogo.
Después de evaluar al animal, pídele al etólogo que te proporcione un estimado del tiempo que necesitará, así cómo el método que va a utilizar, para corregir el comportamiento.
Querrás asegurarte que no utilizará métodos que incluyan castigo.
Y sobre todo, no confíes en ningún profesional que te pida dinero por adelantado.
Si quisieras modificar algún comportamiento no deseado de tu perro y aprovechar para estrechar esos lazos afectivos con él, podrías intentar realizar unos ejercicios básicos de entrenamiento.No es difícil, requiere un poco de paciencia y para esto puedes utilizar herramientas sencillas como un clicker y estas recompensas.
