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El Alaskan Malamute es un perro de trineo del ártico, poderoso e incansable, que disfruta del trabajo y requiere un líder en su manada para poder demostrar su valía. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre este elegante animal.
El Alaskan Malamute es una raza antigua, originaria de Alaska hace más de 3.000 años y que no ha cambiado mucho desde entonces.
Es, quizás, la raza de perro más parecida a su ancestro el lobo, tanto por su aspecto físico como por su aguante y fortaleza.
Este animal fue creado con el objeto de ayudar a tirar de trineos en estas zonas de crudos inviernos.
También, para asistir en funciones de caza y pesca, destacando su fuerza por encima de la velocidad.
Incluso, durante la Segunda Guerra Mundial estos perros fueron utilizados para rescatar heridos.
Rasgos físicos del Alaskan Malamute
El cuerpo del Alaskan Malamute está construido para aguantar tanto bajas temperaturas como gran cantidad de peso y largas travesías.
Es un perro con huesos bien formados y fuertes, mide entre 65 y 70 cm a la cruz y puede llegar a pesar unos 45 a 50 kg.
El Alaskan Malamute posee una cola emplumada larga y que posa en su espalda cuando está relajado.
También, se distingue por sus orejas puntiagudas, hocico fino y ojos almendrados.
El Malamute posee dos capas de pelo que lo ayudan a soportar los crudos inviernos.
El pelaje interno es como una lana muy tupida y el externo es áspero y más largo con tonalidades de gris y blanco.
El Alaskan Malamute y su temperamento
El Alaskan Malamute es un perro de trabajo que siempre ha estado bajo las órdenes de un guía.
Por esta razón, está en sus genes ser guiado, y cuando esto no ocurre se convierte en un animal complicado y difícil.
Es un perro que siempre intentará escalar posiciones jerárquicas y hay que aprender a ubicarlo.
Tu Malamute debe saber que el Alfa eres tú y debe aprender a respetarte.
El entrenamiento de este animal debe comenzar a temprana edad y siempre debe ser realizado con refuerzos positivos, cómo algún tipo de snack.
Al ser un animal de trabajo, el Malamute estará dispuesto a complacerte, pero en ocasiones su aprendizaje puede ser lento porque son un poco testarudos.
Un Alaskan Malamute bien educado será un perro feliz, divertido y juguetón y un compañero de juegos para tus hijos.
Es recomendable esterilizar a tu Malamute para evitar problemas de agresividad por dominancia con otros perros, especialmente del mismo sexo.
Salud y cuidados básicos de un Alaskan Malamute
Por lo general esta raza suele ser muy saludable, aunque se han encontrado casos de displasia de cadera y codo al igual que atrofia de retina y ceguera diurna.
Adicionalmente, pueden sufrir de hipertiroidismo, la cual será más severa si viven en ambientes cálidos.
Por otra parte, debes vigilar sus niveles de zinc, ya que es común que los perros de origen nórdico sufran de deficiencias de este mineral.
El Alaskan Malamute es un perro que necesita mucha actividad física. Requieren de largas caminatas, juegos y ejercicios por varias horas al día por lo que no son recomendables para personas tranquilas y sedentarias.
También, debes recordar que el Alaskan Malamute es un perro acostumbrado a vivir en temperaturas muy bajas por lo que no tolera bien el calor.
Esta raza requiere de cepillados frecuentes utilizando la herramienta apropiada. Durante la época de muda se recomienda realizarlos diariamente.
Un baño mensual, utilizando el shampoo adecuado, será suficiente. Se debe aprovechar este momento para cortarle las uñas, si es necesario, y limpiarle los oídos.
Al ser un perro grande requiere de un alimento de primera calidad que se ajuste a su tamaño y edad.
Sin embargo, debemos evitar sobrealimentarlo, ya que el exceso de peso podría ocasionarle serios problemas de salud.
Si le demuestras autoridad, lo socializas y entrenas desde temprana edad, el Alaskan Malamute será un perro afectuoso, divertido y leal que disfrutarás enormemente.
