Tiña en Gatos: Qué Es, Causas y Cómo Tratarla

La higiene de las mascotas es fundamental para su normal desenvolvimiento, así cómo para prevenir enfermedades. Si quieres conocer más acerca de la Tiña en gatos, sigue leyendo.

Que es la Tiña en gatos

La Tiña o Dermatofitosis es una enfermedad de la piel causada por un hongo llamado Microsporum canis y es una de las enfermedades por hongos más común en la población felina.

Es frecuente encontrarla en albergues y criaderos, atacando, principalmente, a la población más vulnerable como son gatos bebés, gatos seniles y gatos inmunosuprimidos.

La Tiña está asociada con la mala higiene y es de fácil y rápida transmisión.

Aunque representa un problema de zoonosis pública, afortunadamente, no es mortal, es tratable y curable. 

Adicionalmente, muchos gatos presentan la enfermedad pero son asintomáticos y las esporas pueden sobrevivir en el ambiente por un lapso de un año.

Tiña en gatos: Causas, signos de la enfermedad y cómo detectarla

Las causas de la Tiña en gatos son muy variadas pero, en su mayoría, tienen que ver con los cuidados que le brindas a tu gato. 

Por lo general, la Tiña ataca a gatos callejeros. Igualmente, se da en aquellos gatos que no están bien alimentados, ya que al no recibir nutrientes el animal, el hongo aprovecha esa debilidad para atacar.

La Tiña puede contagiarse a través de otro animal infectado, por contacto directo o indirecto. También, si usa los utensilios de otro animal enfermo como los comederos, los bebederos o las cajas de arena. 

Si el gato tiene las defensas bajas, sufre de alguna patología o una parasitosis severa, su sistema no puede luchar contra el hongo. 

Adicionalmente, la falta de higiene es crucial, al igual que los sitios húmedos o con poca luz son focos de cultivo. 

Y no puedes olvidar el estrés, que también es causante de muchas patologías.

Por lo general, los signos claves de la enfermedad son los círculos de alopecia (pérdida de pelo), descamación, círculos enrojecidos y picazón. 

También, el mal olor en las áreas afectadas, escamas, uñas rotas o engrosadas y parches con ampollas.

Generalmente, la Tiña está localizada, aunque si no es detectada a tiempo puede expandirse por todo el cuerpo.

La detección de la enfermedad debe hacerla un veterinario con raspados de piel y análisis microscópicos de pelo, así cómo a través del uso de la lámpara de Wood, una lámpara de luz ultravioleta que detecta problemas de piel.

Tratamiento y cómo evitar la Tiña en gatos

El tratamiento para la Tiña es largo y tedioso. También es necesaria una desinfección profunda del entorno donde se encuentra el animal así cómo su aislamiento para evitar la propagación. 

El uso de antifúngicos, tanto tópicos como orales, es importante y la desinfección del pelo del animal con baños frecuentes usando shampoos antimicóticos, también.

Actualmente, no existe una vacuna eficaz contra la tiña. La mejor forma de evitar un contagio, es la higiene. 

Procura mantener la cama, el comedero, el bebedero y la caja de arena siempre limpios. 

Los gatos son animales muy aseados y pasan horas acicalándose, pero aun así, debes asegurarte de cepillarlo regularmente, con un peine adecuado, para evitar nudos que puedan alojar el hongo.

En caso de que sea un animal viejo o con alguna patología, como artritis o problemas respiratorios, que le impidan limpiarse, debes ayudarlo con esto. 

También, debes evitar que tu gato se aloje en un sitio húmedo donde no reciba sol directo.

Si mantienes el entorno donde habita tu gato limpio, lo ayudas en su higiene corporal, le proporcionas alimento de primera calidad y visitas regularmente al veterinario, las posibilidades de que el animal se contagie con Tiña son realmente bajas.

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