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El Galgo Italiano es un perro dulce y tímido que se transforma en un atleta juguetón. Esta y muchas más características definen a este elegante perro y aquí te contaremos todo sobre esta raza.
Historia del Galgo Italiano
A ciencia cierta no se conocen los orígenes del Galgo Italiano. Sin embargo, se han encontrado evidencias de su existencia en arte que data desde hace más de 2.000 años en áreas del Mediterráneo.
Para la Edad Media, ya se conocía el Galgo Italiano en Europa, específicamente en Italia, siendo favoritos de los cortesanos.
De ahí, se extendieron a Inglaterra, llegando a conquistar un puesto importante gracias a la reina Victoria.
Después de años de favoritismo entre los nobles, el Galgo Italiano comenzó a perder popularidad al punto que llegó a casi extinguirse.
Afortunadamente, algunos ejemplares sanos se mantuvieron y ayudaron al renacimiento de la raza, haciendo crecer su popularidad día a día.
Rasgos físicos del Galgo Italiano
El Galgo Italiano es una versión en miniatura del Galgo que todos conocemos.
Es un perro elegante, de contextura delgada, contorno curvilíneo y con un arco a nivel del lomo. La trufa es negra y sus ojos son grandes y oscuros.
Los muslos traseros son musculosos, el hocico es puntiagudo, tiene el cuello largo y la cabeza pequeña.
El Piccolo Lebrel, como también se le conoce, es un perro que mide un promedio de 35 cm a la cruz y no pesa más de 8 kilogramos, pero puede alcanzar grandes velocidades si fuera necesario.
El pelaje del Galgo Italiano es corto y pegado al cuerpo, con un aire satinado.
Puedes encontrar estos perros en una gran gama de colores como negro, gris, amarillento, beige claro, chocolate, rojo o bicolor.
Temperamento del Galgo Italiano
Este perro se caracteriza por ser muy noble y cariñoso. Es un perro tranquilo pero con arranques de locura juguetona donde se llevará por delante todo lo que consiga a su paso.
Aunque, debes tener cuidado a la hora de sentarte en un sofá, ya que seguramente encontrarás a tu Piccolo enroscado debajo de tu manta cargando sus baterías.
Es un perro muy sensible, reservado y tímido, que debes socializar desde muy temprana edad para evitar que se aisle de la gente.
Es un animal que se lleva bien con los niños y otras mascotas y que disfruta de la compañía de sus seres queridos.
Al Galgo Italiano no le gusta estar solo, y no es recomendable aislarlo en un patio.
Los ruidos lo perturban y al ser un perro de huesos frágiles debes cuidar su entorno.
El Píccolo Lebrel es un perro inteligente que siempre estará atento a tus comandos, por lo que es fácil de entrenar y siempre estará dispuesto a demostrarte su cariño.
Cuidados del Galgo Italiano
Al ser un perro tan ágil y saltarín debes tener cuidado, ya que sus huesos son frágiles.
Si vas a soltar a tu Galgo Italiano asegúrate de que esté en un entorno cerrado, ya que tu adorada mascota puede echar a correr sin parar y te hará pasar apuros.
Si bien a este perrito le encanta jugar al aire libre también odia el frío.
Su aseo es muy fácil, su pelo corto y fino no requiere casi mantenimiento.
Un baño cuando esté sucio y una cepillada semanal será suficiente, y si le brindas el ejercicio adecuado no tendrás ni que cortarle las uñas.
El Galgo, al igual que todas las mascotas, requiere de un alimento de excelente calidad.
Por lo general, el Galgo Italiano es un perro sano, pero debes tener en cuenta que puede sufrir fracturas o luxaciones en las patas o la cola.
También, son propensos a sufrir enfermedades peridontales, alopecia por dilución de color o cataratas.
Si quieres un perro fácil de mantener, cariñoso pero divertido, inteligente y de tamaño manejable, quizás el Galgo Italiano sea un perro para ti.